Estos meteoritos están clasificados como meteoritos diferenciados. Están formados en una proporción de aproximadamente el 50% por fragmentos de metal y fragmentos de roca, fundamentalmente silicatos. Existen dos tipos fundamentales de meteoritos metalo-rocosos. Por un lado, están las llamadas palasitas, que son meteoritos que proceden de la interfase núcleo-manto de asteroides de gran tamaño (asteroides diferenciados). Por otro lado, están las llamadas mesosideritas, que se originaron por la colisión y consiguiente combinación del núcleo metálico de un asteroide y la corteza rocosa de otro. Los meteoritos metalo-rocosos suponen el 1% del total de meteoritos recuperados en la Tierra.

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