Asteroides diferenciados
Un objeto diferenciado es aquel cuyo interior se fundió,
generando así capas de materiales de diferente composición y densidad. De esta
forma, los objetos diferenciados tienen una estructura análoga a la de la
Tierra, con un núcleo, un manto y una corteza. De hecho, la Tierra, la Luna y
los planetas rocosos se consideran objetos diferenciados por este motivo.
También son objetos diferenciados los grandes
asteroides (se habla entonces de asteroides diferenciados). Pues para que se produzca este proceso de
diferenciación, se necesita que el objeto sea lo suficientemente grande
(varios cientos de kilómetros de diámetro) como para haber acumulado suficiente
calor en su interior. Ese calor es el responsable de que se den la fusión y la
posterior separación de materiales según su densidad. De esta forma los
materiales más densos (hierro y níquel, por ejemplo), formarían el núcleo. Y los
materiales más ligeros quedarían en la corteza.
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Figura 1. Esquema del
interior de un objeto diferenciado, con núcleo, manto y corteza. |
Los meteoritos
que proceden de objetos diferenciados se clasifican como meteoritos
diferenciados. Dentro de este grupo están las
acondritas,
los meteoritos metálicos
y los meteoritos
metalo-rocosos.
Los objetos
no diferenciados son, por el contrario, los asteroides pequeños. Y
también lo son los cometas. En ambos casos se trata de objetos que no
pudieron acumular suficiente calor en su interior y en los que, por tanto,
los materiales que los forman no han sufrido apenas transformaciones durante
la evolución del Sistema Solar. Por ese motivo se les denomina también
objetos primitivos.
Los meteoritos
que proceden de asteroides no diferenciados se denominan meteoritos no
diferenciados. A este grupo pertenecen las
condritas.
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